- Costa Rica exporta más de 336 productos agrícolas a 110 destinos en el mundo.
- Exportadores utilizan un millón de láminas de espuma de polietileno al mes para proteger el banano que va al extranjero.
Octubre 2013. Siendo Costa Rica el tercer exportador mundial de banano y con un sector agrícola como segundo generador de divisas al país, dadas sus ventas internacionales, no es de extrañar que la calidad de los productos del agro sea muy bien resguardada, y el empaque que se utiliza para ello juega un papel vital en el proceso de exportación.
De acuerdo con datos de la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica, PROCOMER, el país exporta más de 336 productos agrícolas a 110 destinos en todo el mundo, como Alemania, Italia, Francia, Holanda, Estados Unidos, China y Japón. Productos como el banano, café, piña y melón son algunos de los principales alimentos comercializados.
Según dicha institución, en lo que va del 2013 el país ha percibido más de 230 millones de colones por la venta de banano al exterior; y en el 2012, destacan datos de la Corporación Bananera Nacional, CORBANA, Costa Rica exportó 107 millones de cajas de banano con un peso de 18.14 kilos cada una; es decir, un poco más de 1 millón 900 mil toneladas métricas.
Parte del éxito en la buena calidad de esta fruta ha sido el empaque que la misma lleva y, con el cual es posible protegerla mucho mejor a la hora de viajar grandes distancias y que logre conservarse durante días. Uno de los productos más utilizados para ello es la espuma de polietileno, la cual posee la textura y espesor adecuados para la protección del banano, desde su etapa temprana de desarrollo hasta su despacho al consumidor final.
Este tipo de empaque minimiza el costo y la cantidad de material requerido y, además, cuenta con algunos otros beneficios como la posibilidad de lavarlo, es reciclable, libre de CFC (sustancia que daña la capa de ozono), oxobiodegradable, económico, tiene una alta resistencia a golpes y rasgaduras, es liviano y fácil de manipular. También es resistente a la humedad, es higiénico y antiestático.
De acuerdo con Sergio Luconi, Director de Negocios de la empresa Prodex, la espuma de polietileno es uno de los materiales más versátiles que existen en el mercado, para usarse como empaque.
“Es un excelente sustituto frente a materiales tradicionales y se ha convertido en un gran complemento para los embalajes de diferentes corrugados. También mejora los tiempos de producción. Esto es vital en el sector bananero, por ejemplo, donde se necesita una protección especial para que la fruta no madure tan rápidamente”, explicó el experto.
Actualmente, Prodex destina 1 millón de láminas mensuales de espuma de polietileno Banapack para proteger las exportaciones del fruto amarillo. La empresa brinda este servicio a los exportadores ticos desde 1999 y tiene programado, para finales del 2013, posicionar alrededor de 10 millones de láminas para mejorar la calidad del banano que sale del país durante su crecimiento.
“Todos los productos de empaque pueden tener la tecnología oxobiodegradable. Esta procura que el producto se desintegre y lo reincorpora al medio ambiente. Al final del proceso, el material se destruye en un 100% y los únicos residuos son agua y algunas mínimas cantidades de dióxido de carbono, que se fijan al suelo como nutrientes y una biomasa que es fácilmente digerida por microorganismos tales como hongos y bacterias”, agregó el especialista.
Prodex también abastece al mercado costarricense y extranjero (exporta más de 40 contenedores mensuales) de otros empaques elaborados con polietileno espumado, los cuales también son usados por la agroindustria. Uno de ellos es la malla Pronet, diseñada para la protección unitaria o colectiva de productos frágiles como frutas (guayaba y papaya), botellas, adornos y cristalería en general.
El empaque Profoam es otro ejemplo de ello. Este producto es utilizado para la máxima protección de artesanías, muebles, cristalería, equipos de cómputo, instrumentos, partes electrónicas, electrodomésticos, equipos médicos y todo tipo de objetos frágiles.
“Para potencializar aún más el cuidado del producto de empaque hay que tener en cuenta que el transporte se debe de realizar en camiones cubiertos, revisando que no presente piezas de madera o metal que puedan perforar el material y sin sobrecolocar bolsas sobre bolsas. Además, el almacenamiento del mismo debe de realizarse bajo cubierta. A la hora de descargar, hay que mantener el producto en las cubiertas originales del empaque”, finalizó Luconi.
Ivette Sojo Granados
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