- Un empleado expuesto al calor puede padecer enfermedades renales, cardiovasculares y respiratorias, perder fuerza física, sufrir cansancio, insolación y tener dificultades para estar alerta y poca capacidad mental para comprender y retener información, según la empresa Prodex.
- En Costa Rica ya se aprobó un reglamento sobre estrés calórico y los patronos tendrán que ofrecer condiciones ambientales de trabajo adecuadas a sus empleados.
Julio 2015. Las personas que trabajan en lugares calientes están propensas no sólo a sufrir enfermedades renales, sino a padecer problemas cardiovasculares y respiratorios[1]. Por esta razón, los aislantes térmicos se constituyen en la solución ideal para instalar en diferentes espacios y estructuras, con el fin de que los empleados no expongan su salud y mejoren el rendimiento laboral, pese a altas temperaturas.
Según estudios realizados por la empresa Prodex, líder en productos de aislamiento, un empleado expuesto al estrés calórico puede, además de padecer estas enfermedades, perder fuerza física, sufrir cansancio, insolación, golpe de calor, así como tener dificultades para estar alerta y poca capacidad mental para comprender y retener información.
Pablo Sobrado, Director del Staff de Ingenieros de la empresa Prodex, líder en productos de aislamiento, añadió que estas condiciones también ocasionan problemas de seguridad en una empresa.
“En un ambiente caluroso, la capacidad mental y el rendimiento disminuyen. Una persona expuesta a un calor sofocante puede sufrir accidentes laborales, sobre todo si maneja maquinaria peligrosa, ya que puede, por ejemplo, dejar caer materiales o productos delicados debido a manos sudorosas, sufrir mareos o cometer un error si usa gafas y estas se le empañan a raíz del sudor”, explicó Sobrado.
Además de las incomodidades físicas, los estados emocionales de un trabajador se pueden alterar, presentando conductas irritables o de ira.
“Estas condiciones emocionales pueden hacer que un trabajador no preste atención a los procedimientos de seguridad o que se distraiga durante los trabajos peligrosos”, advirtió Sobrado.
Precisamente, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social decretó esta semana el Reglamento para la prevención y protección de las personas trabajadoras expuestas a estrés térmico por calor para poder dar respuesta a estos padecimientos que se dan por la combinación de las condiciones ambientales del lugar donde se trabaja como temperatura, humedad relativa, actividad física realizada y características de la ropa que llevan las personas trabajadoras.
Con esta iniciativa, los patronos tendrán que ofrecer condiciones ambientales de trabajo adecuadas a sus empleados.
Aislantes reflectivos
Tomando en cuenta esta advertencia, los aislantes reflectivos de Prodex se constituyen en la solución idónea para ser instalados en los edificios ubicados en zonas calientes como Alajuela, Guanacaste, Puntarenas y el Caribe.
“Los aislantes reflectivos están desarrollados bajo las más altas normas de calidad, diseñados para ahorrar energía desplazando el uso de aire acondicionado. Además, eliminan el calor radiante que emiten los techos, pisos o paredes dentro de las construcciones, protege los edificios y casas en cualquier época del año, tanto en climas fríos como calientes; y reduce la cantidad de contaminantes de aire interno que se encuentran en el exterior del edificio”, detalló el experto de Prodex.
El sistema de aislamiento térmico funciona como un espejo que siempre rechaza la energía solar, impidiendo que el calor ingrese al inmueble, manteniéndolo en condiciones adecuadas para que un empleado pueda aportar los mejores rendimientos en su trabajo.
Cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre 2030 y 2050 el cambio climático causará 250.000 muertes adicionales cada año debido, entre otras causas, al estrés calórico. Por ejemplo, en la ola de calor que sufrió Europa en el verano 2003, se registró un exceso de mortalidad cifrada en 70.000 muertos.
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Elena Jiménez Vega
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