- Expertos recomiendan aprovechar las largas horas de luz que trae la época seca para realizar las principales reparaciones estructurales.
- Aislantes térmicos podrían controlar el calor, aumentar el rendimiento y reducir la factura eléctrica.
Enero, 2014. De acuerdo con los datos resultantes de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) 2013, el 42,4% de las viviendas costarricenses requiere de algún tipo de reparación y, para ello, aprovechar los días de verano es lo ideal para revisar lugares estratégicos y efectuar arreglos o remodelaciones que permitan solucionar los problemas en la edificación.
Según las cifras de dicha encuesta, de esa cifra, el 33% de las casas se encuentran en estado regular, mientras que el 9,4% se percibe en mal estado.
Para Pablo Sobrado, especialista de Prodex, empresa nacional líder en la fabricación de productos de aislamiento, es en la época seca cuando se facilita el trabajo para el instalador o reparador, pues le permite laborar con un mejor aprovechamiento del tiempo, reduciendo así los costos en mano de obra y evitando posibles daños de infraestructura por lluvias o mal tiempo.
El reemplazo de cubiertas dañadas, pintura de techos, paredes, colocación de impermeabilizantes, cambios de canoas, colocación de aislamiento reflectivo y cambio de fachadas livianas dañadas, son algunas de las modificaciones más recomendadas durante este tiempo.
Sobrado menciona que, para priorizar los arreglos en una casa, lo mejor es establecer un presupuesto y evaluar los problemas estructurales, mecánicos o eléctricos más necesarios. Después se debe pensar en sustituir o reemplazar materiales que ya alcanzaron su vida útil (cubiertas de techo, paredes livianas, puertas dañadas, tanques de agua caliente, etc); esto puede convertirse en todo un proyecto, por lo que establecer un presupuesto base es de suma importancia.
En tercer lugar, detalla el experto, hay que tomar en cuenta los aspectos de decoración y acabados que están expuestos en lugares con gran intensidad de radiación solar. Por lo general, los rayos ultra violeta deterioran las superficies de los elementos como puertas, marcos de madera, pintura de paredes exteriores, pintura de cubierta de techos, etc.
El experto detalló que el precio aproximado de una remodelación con aislantes en verano, en términos de mano de obra y materiales adicionales (sin tomar en cuenta el aislante necesario para solucionar el problema), es de aproximadamente $3 el metro cuadrado, mientras que durante la época lluviosa estos montos podrían verse incrementados en alrededor de $4 a $8, ya que el tiempo que toma el arreglo o modificación es mayor y podría existir un daño de los materiales, dado el clima húmedo.
También recomendó que, en caso de que la edificación tenga algún problema con las altas temperaturas o bien, requiera un mejor desempeño del método de enfriamiento utilizado (aires acondicionados o ventiladores), un aislante térmico podría controlar el calor, aumentar el rendimiento y reducir la factura eléctrica. Este material también produce una barrera que protege los puntos clave de las edificaciones, evitando que estas sufran daños mayores.
“Los materiales se colocan generalmente durante la construcción de las edificaciones, con el fin de prevenir cualquier problema futuro. Sin embargo, pueden colocarse durante remodelaciones o reparaciones, siendo un aliado en la época de lluvia para combatir las inclemencias del tiempo y mantener una temperatura estable a lo largo del día”, explicó el representante de Prodex.
En caso de reparar o remodelar una vivienda, el material puede colocarse por debajo de las cerchas del cielo raso o también, levantando la cubierta, de manera que el techo sea colocado cuidadosamente en el mismo lugar donde se levantó, con el fin de evitar posibles filtraciones o goteras. Es recomendable utilizar los aislantes sólo en techos en buen estado.
Sobrado agregó que, actualmente, los aislantes tipo Rustic ofrecen una excelente correlación entre acabado estético y eficiencia energética, dando no solo confort al recinto, sino además, un gran acabado que emula un cielo raso de madera artesanado.
“Con aislantes durante el verano, la construcción obtendrá beneficios importantes, principalmente relacionados con la comodidad dentro de la edificación, lo que aumenta la calidad de vida de las personas que pasan tiempo dentro de la misma. La reducción de la temperatura y control del clima, le permitirá obtener un ahorro energético importante, lo que se verá reflejado en una minimización del uso del aire acondicionado o ventiladores”, añadió Sobrado.
Ivette Sojo Granados
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