El calor, la humedad y el sonido son factores que pueden afectar la salud humana tanto de manera positiva como negativa. Existe un límite de confort cuando las personas nos exponemos a cualquiera de estos. Si bien es cierto, las altas temperaturas, la humedad y el sonido son llevaderas cuando se toma en cuenta el contexto de un país como Costa Rica, y Latinoamérica donde se consideran protagonistas a lo largo del año. Estos se adoptan como parte del estilo de vida en el área, por lo que se acuden a distintas soluciones térmicas y medidas para regular y mejorar la experiencia en presencia de dichos elementos.
El cuerpo humano por sí solo genera calor con el fin de mantener una temperatura estable a lo largo del día. Sin embargo, el proceso se puede ver comprometido cuándo se presentan distintos factores que afectan el desempeño de las personas a raíz de las altas temperaturas.
El calor afecta la salud humana de distintas maneras, tanto física como emocionalmente. Cabe resaltar tres factores importantes que se consideran los más comunes dentro de este tema: el aumento de las pulsaciones por minuto, lo cual puede generar un golpe de calor y un alto consumo de la energía corporal si no se controla adecuadamente. Por otro lado, el calor puede causar mareo y náuseas que promueven un malestar físico hasta el punto donde se puede percibir una falta de lucidez. Los efectos mencionados anteriormente forman parte de las consecuencias físicas que generan las altas temperaturas sin regulación.
En cuanto a los efectos emocionales, el calor puede generar irritabilidad y fatiga, impidiendo que las personas se desarrollen de la mejor manera en sus actividades diarias. Este punto complementa todos los efectos físicos que causan las altas temperaturas que no se abordan correctamente ya que un malestar puede desatar irritabilidad que eventualmente genera una pausa en la ejecución de actividades diarias ya sea hacer ejercicio, trabajar e incluso dormir.
Un ejemplo común de los efectos del calor se presenta al dormir. Se ha demostrado que mucho del insomnio que sufren las personas es debido a altas temperaturas a lo largo de la noche, las cuales generan incomodidad e impiden un descanso óptimo. De nuevo, el factor de la falta de sueño contribuye a la fatiga mental mencionada anteriormente.
En el caso de la presencia de humedad en un ambiente habitacional, la salud de las personas se puede exponer a severas alergias e infecciones respiratorias que interrumpen la rutina diaria. La humedad también debilita el confort en el ambiente por lo cual se puede comprometer un espacio de trabajo. De la mano con este problema que se puede generar en un ambiente de trabajo se considera el mal manejo del sonido en el espacio. Esto debido a que puede dificultar la comunicación al igual que tiende a disminuir la capacidad de atención en un espacio específico ya sea una casa o una oficina.
Las consecuencias de las altas temperaturas, humedad y sonido se conectan directamente a la salud mental de las personas. Como se percibe en el ejemplo del ambiente laboral, el calor puede generar fatiga a la hora de ejecutar tareas, el sonido promueve la falta de claridad y falta de concentración, la humedad genera cierta debilidad debido a las infecciones respiratorias. Todo esto se refleja eventualmente en el comportamiento de las personas que claramente afecta el desarrollo de tareas diarias.
Todos los factores mencionados se conectan de alguna manera cuando se trata de las consecuencias de altas temperaturas, humedad y sonido sin un control adecuado. Sin embargo, las personas pueden experimentar estos factores a su favor por medio de soluciones con los aislantes PRODEX, los cuales precisamente cumplen la función de controlar la temperatura, el calor, el sonido y la humedad con el fin de promover el bienestar y el confort en el ambiente de cualquier espacio.
Autor: Paola Luconi
